Por: J.D.U y B.W. - Curso 6A
El 18 de marzo de 2024, las tres clases de cuarto de primaria se fueron de excursión al monte Benacantil, pero, ¿Cuál es la historia del Monte Benacantil?
Ven, sigue leyendo que te lo contamos todo.
Todos conocemos el popular castillo de Santa Bárbara, un dato curioso, ¿sabes que fue construido en el monte Benacantil? Así es, el Benacantil es esa elevación de rocas, donde se construyó el castillo, y donde habita la gran leyenda de la cara del moro. ¿Sabes a qué se refiere con la cara del moro?
¡Aquí tenemos la leyenda!
La leyenda de la Cara del Moro tiene sus raíces en el castillo de Santa Bárbara y cuenta la historia de amor y tragedia que rodea al gobernador árabe y su hija Zahara. Esta leyenda relata cómo el rey árabe, obsesionado con la riqueza, intenta controlar la vida y el destino de su hija Zahara, quien se enamora profundamente de un joven cristiano llamado Fernando, que era el hijo del enemigo cristiano de su padre.
Ella estaba perdidamente enamorada de él, y decidieron casarse, pero era un poco dificil ya que uno era cristiano y la otra era mora. Sabían que el padre de Zahara no se lo iba a permitir, por eso no se lo quisieron contar, hasta que un día, Zahara tuvo coraje y se lo contó.
El rey árabe, enfurecido ante el desafío de su hija, propuso un pacto que determinaría el destino de Zahara y su amor. Su padre le propuso que si a la mañana siguiente, Alicante amanecía teñida de blanco, dejaría que se casase con su amado, pero si no era así, lo mataría.
Zahara confiaba con poder vivir con su amado, entonces, a la mañana siguiente, Alicante se vio tapada de blanco, pero no por nieve, que era la causa que todos esperaban más probable, sino por flores de almendros que al ser blancas, cubrieron toda Alicante. Zahara, toda emocionada, fue a buscar a su padre a lo alto de la montaña, pero cuando subía, vio a su amado colgado de una soga, estaba muerto. Ella intentó salvarlo, pero la soga no consiguió aguantar el peso de ambos y se rompió, arrojando a la pareja por el precipicio.
Su padre, al ver el acto de su hija le pidió al dios Alá que le pusiese el mayor de los castigos, y Alá decidió petrificar su rostro en la ladera por la que se precipitó su hija, dando ejemplo de que lo que se promete, hay que cumplirlo.
Fuentes consultadas: Wikipedia y Descubriendo Alicante.